Ha transcurrido prácticamente un año del hecho en el que la administración municipal de Naucalpan de triste recuerdo dejó tras de sí una estela de inconformidades por la publicación de un plan de desarrollo urbano que molestó a buena parte de la sociedad y que significaría finalmente un punto claro de confrontación en los temas más álgidos de la contienda electoral del 2021.
La propuesta de la entonces candidata de la alianza electoral, y hoy alcaldesa Angélica Moya Marín, fue clara y abierta, la revisión del Plan Municipal del Desarrollo Urbano sería uno de los objetivos de la administración a su cargo. Hoy es claro que fiel a su compromiso se dará apertura a un nuevo proceso tendrá que llevar a tocar temas que superen la visión que se ofreció en 2020 y aprobada en el 2021, basada en un ejercicio sin diálogo y consulta para los muchos interesados.
Basta con recordar que a los habitantes de Naucalpan la propuesta urbana dejó un mal sabor de boca tras el rechazo que se dio a miles de firmas por la entonces gobernante en turno, y donde la petición se centraba en el acceso a una consulta clara y abierta en información, situación, por cierto, que marcaba ya una administración que enfrentaría más tarde un caos en materia financiera del que seguro aún vendrán muchas horas de comentarios y notas.
Así mientras para unos el ejercicio aprobado en materia urbana sólo significo aprovechar la plusvalía basada en el concepto residencial de desarrollos como Satélite o Tecamachalco, fraccionamientos en los que, quienes llegaron a aportar su esfuerzo económico para alcanzar un nivel de bienestar en el municipio desde la década de los 60´s , y a pesar del claro proceso del paso del tiempo por sus calles, aún buscan sostener un equilibrio armónico pese a la gran cantidad de paradojas urbanas. Para otros se podría decir en el caso de los muchos barrios y comunidades que tuvieron su origen en la autoconstrucción y ocupación de los lomeríos como podría ser en las Chamapas, Minas o San Mateo, la oferta del plan para mejorar su calidad de ciudad fue nula, para simplemente dar apertura a un convertido ejercicio de compraventa de derechos de construcción para favorecer zonas de mayor plusvalía.
Pero en ambos casos, los temas que significarían la diferencia para dar paso a la aparición de zonas incluyentes con acceso a servicios y oportunidades de estar bien conectados al resto de la ciudad, de reorganización del espacio público, pero sobre todo de la oportunidad de crear una ciudad también vivible y sostenible, quedaron ausentes pues pese a los diagnósticos que pueden provenir de información que se adapta a las políticas públicas vigentes a través de lineamientos y disposiciones generales en la planeación del territorio, sea nacional o estatal; en términos de lo local para modificar el actuar de una ciudad se requiere de iniciativas que permitan alineas las necesidades de transformación con la visión de una comunidad.
En ocasiones los agentes que motivan a cambios pueden ser desde situaciones legales, económicos o movimientos cívicos que obligan a modificar el aprovechamiento de la ciudad y su infraestructura; otras pueden ser proyectos inmobiliarios, de transporte, de prestación de servicios entre muchas iniciativas, lo que es cierto es que en caso de Naucalpan, debe esperarse que entre esas iniciativas están incluidas aquellas que provean soluciones a temas que se han quedado estacionados en el tiempo como son aquellas con movilidad, transporte masivo, agua potable y tratamiento de aguas residuales, y el manejo de los residuos urbanos, al tiempo que se plantean cual será el manejo de la superficie no urbanizada.
Construir la agenda de una ciudad habitable, donde se vinculen los nuevos procesos de desarrollo con la transformación de espacios ya existentes, la reorganización y revitalización urbana del área industrial, pero también la apertura de nuevos corredores ambientales y la mejora son una agenda que no se resuelve de una sola vez, pero que si se construye, y donde esta columna irá analizando cada tema para hacernos una ciudad más sostenible.