Los consejos de participación ciudadana y delegados municipales, no solo son un mecanismo de participación ciudadana en el libre ejercicio de sus derechos político-electorales y de asociación; sí bien es cierto que las administraciones municipales a nivel nacional son la primera conexión con la ciudadanía, también lo es qué, en el caso del Estado de México, tienen células conformadas por ciudadanos electos mediante sufragio popular, qué son a la vez, la representación de la sociedad, aunado a la de los cabildos, sin embargo, estos ejercicios de participación ciudadana, en ocasiones van más allá de su verdadero origen, qué es ser el enlace de la ciudadanía con las distintas instancias de la Administración pública, porque se atraviesan los intereses personales, y como decía a un personaje, solo buscan la feria de la feria; y en estos casos, ese interés personal o de grupo deja de representar a la sociedad, en el caso particular a los pueblos, a las comunidades, a los fraccionamientos y a las colonias,
llegando a hacer solo grupos de representación económica, grupos formados para generación de negocios, dejando a un lado el desarrollo de la sociedad o de la comunidad; es por ello que la administración pública debe atender de manera directa a través de un órgano técnico, político y operativo llamado gobierno, para que exista esa verdadera conexidad entre la administración y la ciudadanía a través de estos mecanismos de participación auxiliares de la administración y enlaces con la sociedad, de lo contrario solo se partidizan y se favorecen unas cuantas personas, dejando de lado el ejercicio de participación social en beneficio de la ciudadanía.
